martes, 26 de noviembre de 2013

CUPCAKES DE ALMENDRAS Y COBERTURA DE MASCARPONE CON DULCE DE LECHE PASO A PASO, ¡YEAH!


¡Hola!
Voy a explicaros una receta muy dulce de Marcela Capó que me encanta. Sí, ya sé, el título es interminable, pero es que lo de la cobertura es de cosecha propia, o sea, que en realidad no es tan largo. Y la receta tampoco, no os asustéis.
Para unas 12 unidades (eso es lo que dice el libro, pero a mí siempre me salen más), necesitamos:
  • 200 ml de crema de leche (o lo que es lo mismo, nata líquida)
  • 200 gr de azúcar normal y corriente
  • 2 huevos grandes, o sea, XL
  • 400 gr de harina con levadura
  • 80 ml de leche
  • 100 gr de almendras picadas (bueno, aquí patiné, porque yo puse almendra molida, la que tenía, vamos...)
Precalentamos el horno a 180º.
Batimos la crema de leche y el azúcar hasta que coja medio punto (no sé lo que quiere decir medio punto, pero entiendo que es que no está batido del todo, pero ¿cómo se sabe si está batido del todo? pues no lo sé, supongo que se verá cuando estén los dos ingredientes bien integrados). Agregamos los huevos, la harina tamizada y la leche y mezclar bien. Incorporamos las almendras "picadas"y volvemos a mezclar.
No, no lleva mantequilla. Ni aceite. No está mal, ¿no?
Rellenamos las cápsulas con la cuchara de los helados hasta máximo 3/4 partes de la cápsula y horneamos 40 minutos a 180º. A mí se me hacen en menos de 40 minutos, pero eso ya depende del horno de cada una...

Mientras podemos hacer la cobertura, ¿no? Hay que aprovechar el tiempo, que no nos sobra.
Bueno, ahora prepararos porque vamos a preparar la crema más requetebuenísima del mundo mundial, mascarpone+dulce de leche, aaaaaahhhhh, ya babeo...
Para ello necesitamos:
  • 250 gr de queso mascarpone
  • 200 gr de azúcar lustre
  • 2 cucharadas soperas (y generosas) de dulce de leche ( a mí el Chimbote ya me va bien)
Batimos 1 minuto a velocidad baja el queso frío (si vuestra máquina es vuestro brazo intentar no cansaros mucho, porque aún os queda lo peor). Añadimos el azúcar glass tamizado y seguir batiendo, esta vez con más ahínco. Añadimos el dulce de leche y terminamos de batir hasta que nos quede una crema espesa.
 Sacamos los muffins del horno y dejamos enfriar en una rejilla o donde pillemos.
















Vale, ya lo tenemos. ¿Os apetece liaros un poco más? Pues rellenamos con la crema, que para eso está. Con un descorazonador hacemos un agujerito en medio de los muffins y luego rellenamos con cuidado con un biberón, jeringuilla, cucharita, lo que tengáis que os vaya bien.
 Ok, pues ahora las cubrimos con la crema sobrante, con el biberón mismo, como os vaya bien. Con manga no, porque la crema no es lo bastante espesa y se desparramaría todo.
Yo teñí un poco de relleno en color rosa palo, para darle un toque en la copa; lo hice con el biberón. Decoramos con sprinkles si queremos (porque la verdad, no le hace falta porque de sabor van sobrados) y listo.
relleno de mascarpone con dulce de lecheeeeeee
Ya sé que no hago muchas entradas, pero es que mi ordenador va fatal de los fatales, y para hacer un post necesito 2h porque esto se cuelga cada dos por tres, las fotos no las veo cuando las cuelgo porque no tengo espacio en la memoria del pc, y encima tengo que etiquetarlas, total, que lo mío tiene mérito.
¡Hasta la próxima!

martes, 12 de noviembre de 2013

CUPCAKES ARCOIRIS (¡más monos!)


 Buenas tardes,
Hoy tengo tiempo, todo el tiempo del mundo. Vuelvo a estar en cuarentena otra vez por culpa de mi tiroides, que no se está quieta y no me da ni un momento de paz, pero esperemos que este nuevo chute radioactivo sea definitivo y vuelva a la normalidad que tanto ansío.
No me quiero poner trascendental ni triste, porque bastante tengo ya con tener que pasarme los siguientes cinco días sola y aburrida, así que hoy os traigo una receta muy alegre y con mucho color; son los cupcakes multicolor, o arcoiris, como les queráis llamar. Son muy fáciles de preparar, es como hacer un cupcake normal pero añadiendo tintes de colores en la masa y en la cubierta.
Vamos por partes; ya veremos si me aclaro porque como dije en mi anterior post, perdí mi súper libreta con todas las recetas que había recopilado de libros, blogs, internet, familiares, de cosecha propia, etc...¡¡y aún no la he recuperado!!
Para hacer los cupcakes necesitamos lo siguiente:


  • 3 huevos
  • 300 gr harina de repostería
  • 200 gr azúcar blanco
  • 250 ml aceite de oliva
  • 125 ml leche
  • 1 sobre de levadura (yo no lo pongo entero porque no quiero que suba mucho)
  • Ralladura de un limón
  • Esencia de limón ( por ejemplo)
  • Colorante en pasta.
  • Si no os gusta el limón podéis sustituir la ralladura y la esencia de limón por esencia de vainilla, por ejemplo, o de otro sabor que os guste. Esta es la receta básica de magdalenas, ya que los cupcakes por regla general llevan mantequilla en vez de aceite.
    Precalentamos el horno a 175-180 grados.
    Preparamos las cápsulas de papel en los moldes para magdalenas.
    Batimos los huevos con el azúcar y añadimos la leche, el aceite y la harina tamizada con la levadura y la ralladura de limón. Mezclar hasta que quede homogéneo y ahora viene cuando los colorantes entran en acción. Dividimos la masa en tres partes y añadimos un poco de colorante en cada una de las partes. Yo teñí una parte con el sky blue de Wilton, otra con el Red Intense y por último la otra con el color vino de Sugarflair. Mezclamos por separado (obviamente) y ahora con una cuchara vamos poniendo un poquito de cada una en las cápsulas, con cuidado de que no se mezclen mucho. Sobre todo usar tres cucharas diferentes, una para cada color, jeje.
    Cuando tenemos las cápsulas rellenas hasta la mitad más o menos, horneamos unos 15-18 minutos a 180 grados.
    Mientras podemos preparar la buttercream con lo siguiente:


  • 225 gr de mantequilla blanda
  • 500 gr de azúcar glass
  • 2-3 cucharadas de leche (opcional)
  • 1 cucharada de esencia al gusto
  • Sprinkles para decorar (lacasitos, fideos, perlitas, etc...)
  • Batimos los ingredientes hasta que nos quede homogéneo y con una textura cremosa y muy apetecible.
    Pasado el tiempo reglamentario sacamos los cups del horno y dejamos enfriar en la rejilla. Para cubrirlos esta vez no utilicé la manga porque me daba palo, así de claro, así que usé un biberón que tengo al que se le pueden acoplar diferentes boquillas (algunas de Wilton también, no me matéis, por favor, que sólo soy una aficionada...). En fin, que lo que hice fue antes de nada y con la ayuda de un palillo de esos largos para pinchitos mojarlo en colorante y luego lo metí dentro del biberón e hice una raya en un lado (el bibi es redondo, lo sé, y no tiene lados, pero para que me entendáis, que la línea la hice sólo en una parte), y repetí el proceso con dos otres colores más, pero cada vez dibujando la raya en un sitio diferente, lástima no haber hecho foto de esto, pero es que estaba improvisando y no sabría cómo saldría la cosa, perdón...Ahora metemos la buttercream dentro del bibi con cuidado y le acoplamos la boquilla que nos guste. ¡Y a cubrir cups se ha dicho!
    Al principio no saldrá nada, bueno, el color vainilla de la butter, luego aparecerá un color, el que estuviera más cerca de la boca del biberón, no os asustéis, porque luego llega la explosión de color y es una emoción ver ese arcoiris tan mono que no entendéis de dónde ni cómo ha salido, pero ahí está, es cierto y todo sin usar la manga...
    Como colofón y si os apetece, podéis añadir unos sprinkles por encima, eso ya es a gusto personal.
    De sabor buenísimos, súper esponjosos y no se podrá negar que ¡son vistosos a tope y te suben la moral!


    Bon profit!

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