domingo, 28 de febrero de 2016

CÓMO TRANSFORMAR Y PERSONALIZAR UNA MESA Y SILLAS CON CHALK PAINT

¡Hola! Hoy os voy a explicar cómo transformar una mesa de pino y cuatro sillas compradas en Ikea en unas preciosidades de estilo vintage.
¡Es muy fácil! Para ello necesitamos:
  • una mesa de madera de pino, obviamente
  • sillas de madera
  • pintura chalk
  • lijas de dureza media
  • brochas varias
  • cera para el acabado
Para transferir los nombres y personalizar nuestros muebles:
  • Cola para transfer o gel medium para transferir (yo uso la foto transfer de la marca la pajarita)
  • impresora láser.
  • pincelito para aplicar la cola transfer.
 La mesa era muy bonita tal cual, pero me hacía ilusión personalizarla, y sin pintar quedaba demasiado rústica, parecía una mesa de picnic y no de cocina, que era para lo que yo la quería, así que aunque me dio cierta pena, pensé que con las ideas que yo tenía en mente y tratándola con cariño, podría quedar algo bonito.
Primero de todo limpiamos la mesa y procedemos a darle una mano de pintura, en este caso un tono grisáceo (de la gama chalk de Titan) porque quería darle otra mano en color claro y luego lijar y me interesaba que el color que saliera de debajo fuera oscuro. Así que pinté el sobre y los laterales de la mesa con el gris. Una vez seco le di la capa con beige (usé el beige de la marca Titan, pero chalk). Las patas las pinté con el gris, aunque en un principio no iba a pintarlas porque estaban decapadas en blanco y eran muy bonitas, pero luego me di cuenta de que no iba a pegar el sobre con las patas y no me quedo más remedio.
Patas decapadas en blanco que profané con el gris...
 Una vez estaba todo seco, lijé el sobre de la mesa hasta que fueron saliendo las vetas propias de la madera. Lijé y lijé hasta que la cocina estuvo llena de polvo...
Las patas no las lijé mucho, sólo los cantos y esquinas.
Con las cuatro sillas hice lo siguiente:
Pinté dos directamente sin base ni imprimación; una con chalk paint rosa palo (de la Pajarita) y otra con mint o menta de la misma marca. Ni las lijé ni nada, tal cuál.
Con las otras dos lo que hice fue pintarlas con una base de marrón chocolate y luego les di brochazos mal dados; una con chalk azul y la otra con chalk beige (el mismo beige que usé para la mesa). Al dar los brochazos con poca pintura me ahorré el tener que pintarlas con esmero y luego lijarlas. Fue algo improvisado y la verdad es que me sorprendió gratamente el efecto conseguido.
Una vez todo bien seco, ya podemos poner los nombres o lo que nos parezca. Imprimimos el texto elegido del revés (en espejo) y lo recortamos lo más ajustado posible. Lo pegamos según la técnica explicada aquí y por último le damos cera a todo, ¡sí! a todo para proteger nuestros muebles. Ahora sí, ya hemos terminado.
Sillas personalizadas con tu nombre

Mesa y sillas a tu gusto
Yo estoy muy contenta con el resultado, me ha encantado trabajar con estos muebles tan agradecidos, lo he pasado genial, ahora sólo espero que podamos disfrutarlos durante mucho tiempo.
¡Hasta la próxima!



martes, 2 de febrero de 2016

DISFRAZ SOLDADO ROMANO CASERO (2a parte)

¡Bueno, bueno! ¿Cómo van los disfraces? No sé vosotr@s pero yo tengo la casa patas para arriba, un casco por aquí, un faldón por allá, una capa en el sofá, retales encima de la mesa... Pero ya casi estamos y el resultado valdrá la pena, ya veréis.
He intentado correr lo máximo posible para poder publicar esta entrada a tiempo para que podáis hacer vuestros disfraces, ¡qué estrés!
En esta segunda y última parte os explicaré cómo hacer:
  1. El CASCO terminado. 
  2. La CAPA roja.
  3. La CAMISOLA blanca
  4. La LANZA
  5. El ESCUDO
  6. Detalles varios
    Como lo dejamos a medias, primero iremos con el casco, porque ya sólo falta acabarlo de pintar y rellenar la parte del penacho con porexpan. La primera parte de cómo hacer el casco, aquí. Una vez pintado con el spray y secado ya podemos añadirle las plumas rojas, aunque yo recomiendo primero pegar el penacho al casco. El cómo hacerlo fue un problema para mí, porque con pegamento no iba a aguantar, y tampoco quería ponerle clavos (¡pobre criatura!), así que al final me decidí por poner puntillas desde la parte interior del casco e insertarlas en el porex, de manera que quedaran bien fijas. Para ello compré puntillas metálicas con puntas más largas de lo normal para que entraran con más profundidad dentro del porex.
    El resultado es el siguiente:
    Mejor de lo que yo pensaba porque no las tenía todas conmigo...
    Ahora que ya tenemos el casco (¡una cosa menos, yupie!), vamos a por la capa. Yo compré 1.50 cm por 1.50 cm de tela de terciopelo (no de la más cara, si no de una que estaba bien) y tal como me indicó el señor de la tienda, cogí una esquina de la tela y la doblé hacia adentro, formando un triángulo tal como véis en la foto. La base o hipotenusa del triángulo ( o sea, el contrario del vértice), medía unos 80 cm. Lo sujeté con agujas y a partir del centro fui midiendo 90 cm hacia abajo, y marcando con boli en la tela, de manera que me quedó un semicírculo alrededor del triángulo.
    A tener en cuenta que yo hice 90 cm de largo porque mi hijo quería que la capa le llegara por la rodilla, pero si vuestros hijos son más altos de 142 cm tendréis que hacerla más larga, eso ya va a gustos.
    Si no llega a ser por el dependiente yo hubiera recortado un rectángulo y me hubiera quedado tan ancha, pero entonces la capa no tendría volumen, si no que quedaría estirada y sosa y que yo sepa no es para volar, si no para lucirla, así que recortamos y ya tenemos la capa casi lista.
    Antes de empezar nada siempre es mejor planificar con ideas, esquemas, dibujos, etc...
    Ahora tenemos varias opciones; una es coser unos corchetes o ganchos, uno en cada lado para sujetar la capa por delante, también se puede hacer con velcro, pero no sé si aguantaría según qué pesos y otra opción es coserla a los hombros y rematarla con algo de metal, a mí se me había ocurrido con unas cápsulas de café aplastadas, y luego remachadas con puntillas de metal. Como queráis o os sea más fácil. Yo finalmente me decidí por unos ganchos y para rematar unos botones metálicos bien grandes.

    Ahora que tenemos la capa y el casco vamos con la camisola. Yo compré una blanca de manga larga y también cinta dorada. La camisola le ha de quedar de faldita, o sea, que ha de llegarle más o menos por la rodilla. Se le cose la cinta dorada en los bordes (opcional) y listo.
    Queda así:


    Y ahora nos falta la lanza y el escudo.
    Compramos una caña de bambú que sea gruesa y la pintamos con spray metalizado. En la parte de arriba podemos ponerle lo que sería el cuchillo hecho con cartón, espuma o porexpan. Se pinta con spray y se sujeta con un clavo, palillo de brocheta o cinta, aunque la cinta no os la recomiendo porque se despega y no sujeta bien, dependiendo del material utilizado. Mi hijo tuneó el bambú como si fuera una vara de majorette, pero no le iba yo a quitar la ilusión, jaja.
    No os voy a explicar la que se lió con el bambú...no se os ocurra trabajar con él apoyándoloo en un mueble y menos si estáis solos y acabáis de pintar...

    Para el escudo, a mi hijo le gustó esta idea:
    Así que pintó este dibujo en una hoja de papel kraft.
    Necesitamos un cartón grande si queremos que el escudo sea tan grande como para poder hacer la formación tortuga y que no se nos vea, así que cuando lo consigamos es cuestión de pintar o enganchar el dibujo en el cartón y luego podemos darle una capa de barniz para proteger el dibujo. Por el otro lado se le pone un elástico o cinta para sujetarlo o como hice yo, con una tira de cartón y cinta aislante todo bien sujeto.

    Todas estas ideas están pensadas para no complicarnos mucho, pero siempre se puede sofisticar más si tenemos tiempo y ganas, haciendo más detalles en dorado, pintura metalizada, etc...
    Al final de este post os diré el coste total del disfraz, pero tengo que deciros creo que sale más barato comprarlo, aunque nunca será tan personalizado y original como éste ( y el tiempo disfrutado con nuestro hijo no tiene precio ), pero ronda los 30 euros; si tenemos en cuenta que la tela de la capa ya cuesta unos 7,5 .- y hay que sumar las puntillas metálicas, la goma eva, la pintura/barniz/cola, camisola, cintas varias, leotardos (porque habrá que ponerles leotardos, aquí es invierno).
    Y por último, ¡una foto en medio del meollo de la fiesta!



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