martes, 26 de noviembre de 2013

CUPCAKES DE ALMENDRAS Y COBERTURA DE MASCARPONE CON DULCE DE LECHE PASO A PASO, ¡YEAH!


¡Hola!
Voy a explicaros una receta muy dulce de Marcela Capó que me encanta. Sí, ya sé, el título es interminable, pero es que lo de la cobertura es de cosecha propia, o sea, que en realidad no es tan largo. Y la receta tampoco, no os asustéis.
Para unas 12 unidades (eso es lo que dice el libro, pero a mí siempre me salen más), necesitamos:
  • 200 ml de crema de leche (o lo que es lo mismo, nata líquida)
  • 200 gr de azúcar normal y corriente
  • 2 huevos grandes, o sea, XL
  • 400 gr de harina con levadura
  • 80 ml de leche
  • 100 gr de almendras picadas (bueno, aquí patiné, porque yo puse almendra molida, la que tenía, vamos...)
Precalentamos el horno a 180º.
Batimos la crema de leche y el azúcar hasta que coja medio punto (no sé lo que quiere decir medio punto, pero entiendo que es que no está batido del todo, pero ¿cómo se sabe si está batido del todo? pues no lo sé, supongo que se verá cuando estén los dos ingredientes bien integrados). Agregamos los huevos, la harina tamizada y la leche y mezclar bien. Incorporamos las almendras "picadas"y volvemos a mezclar.
No, no lleva mantequilla. Ni aceite. No está mal, ¿no?
Rellenamos las cápsulas con la cuchara de los helados hasta máximo 3/4 partes de la cápsula y horneamos 40 minutos a 180º. A mí se me hacen en menos de 40 minutos, pero eso ya depende del horno de cada una...

Mientras podemos hacer la cobertura, ¿no? Hay que aprovechar el tiempo, que no nos sobra.
Bueno, ahora prepararos porque vamos a preparar la crema más requetebuenísima del mundo mundial, mascarpone+dulce de leche, aaaaaahhhhh, ya babeo...
Para ello necesitamos:
  • 250 gr de queso mascarpone
  • 200 gr de azúcar lustre
  • 2 cucharadas soperas (y generosas) de dulce de leche ( a mí el Chimbote ya me va bien)
Batimos 1 minuto a velocidad baja el queso frío (si vuestra máquina es vuestro brazo intentar no cansaros mucho, porque aún os queda lo peor). Añadimos el azúcar glass tamizado y seguir batiendo, esta vez con más ahínco. Añadimos el dulce de leche y terminamos de batir hasta que nos quede una crema espesa.
 Sacamos los muffins del horno y dejamos enfriar en una rejilla o donde pillemos.
















Vale, ya lo tenemos. ¿Os apetece liaros un poco más? Pues rellenamos con la crema, que para eso está. Con un descorazonador hacemos un agujerito en medio de los muffins y luego rellenamos con cuidado con un biberón, jeringuilla, cucharita, lo que tengáis que os vaya bien.
 Ok, pues ahora las cubrimos con la crema sobrante, con el biberón mismo, como os vaya bien. Con manga no, porque la crema no es lo bastante espesa y se desparramaría todo.
Yo teñí un poco de relleno en color rosa palo, para darle un toque en la copa; lo hice con el biberón. Decoramos con sprinkles si queremos (porque la verdad, no le hace falta porque de sabor van sobrados) y listo.
relleno de mascarpone con dulce de lecheeeeeee
Ya sé que no hago muchas entradas, pero es que mi ordenador va fatal de los fatales, y para hacer un post necesito 2h porque esto se cuelga cada dos por tres, las fotos no las veo cuando las cuelgo porque no tengo espacio en la memoria del pc, y encima tengo que etiquetarlas, total, que lo mío tiene mérito.
¡Hasta la próxima!

martes, 12 de noviembre de 2013

CUPCAKES ARCOIRIS (¡más monos!)


 Buenas tardes,
Hoy tengo tiempo, todo el tiempo del mundo. Vuelvo a estar en cuarentena otra vez por culpa de mi tiroides, que no se está quieta y no me da ni un momento de paz, pero esperemos que este nuevo chute radioactivo sea definitivo y vuelva a la normalidad que tanto ansío.
No me quiero poner trascendental ni triste, porque bastante tengo ya con tener que pasarme los siguientes cinco días sola y aburrida, así que hoy os traigo una receta muy alegre y con mucho color; son los cupcakes multicolor, o arcoiris, como les queráis llamar. Son muy fáciles de preparar, es como hacer un cupcake normal pero añadiendo tintes de colores en la masa y en la cubierta.
Vamos por partes; ya veremos si me aclaro porque como dije en mi anterior post, perdí mi súper libreta con todas las recetas que había recopilado de libros, blogs, internet, familiares, de cosecha propia, etc...¡¡y aún no la he recuperado!!
Para hacer los cupcakes necesitamos lo siguiente:


  • 3 huevos
  • 300 gr harina de repostería
  • 200 gr azúcar blanco
  • 250 ml aceite de oliva
  • 125 ml leche
  • 1 sobre de levadura (yo no lo pongo entero porque no quiero que suba mucho)
  • Ralladura de un limón
  • Esencia de limón ( por ejemplo)
  • Colorante en pasta.
  • Si no os gusta el limón podéis sustituir la ralladura y la esencia de limón por esencia de vainilla, por ejemplo, o de otro sabor que os guste. Esta es la receta básica de magdalenas, ya que los cupcakes por regla general llevan mantequilla en vez de aceite.
    Precalentamos el horno a 175-180 grados.
    Preparamos las cápsulas de papel en los moldes para magdalenas.
    Batimos los huevos con el azúcar y añadimos la leche, el aceite y la harina tamizada con la levadura y la ralladura de limón. Mezclar hasta que quede homogéneo y ahora viene cuando los colorantes entran en acción. Dividimos la masa en tres partes y añadimos un poco de colorante en cada una de las partes. Yo teñí una parte con el sky blue de Wilton, otra con el Red Intense y por último la otra con el color vino de Sugarflair. Mezclamos por separado (obviamente) y ahora con una cuchara vamos poniendo un poquito de cada una en las cápsulas, con cuidado de que no se mezclen mucho. Sobre todo usar tres cucharas diferentes, una para cada color, jeje.
    Cuando tenemos las cápsulas rellenas hasta la mitad más o menos, horneamos unos 15-18 minutos a 180 grados.
    Mientras podemos preparar la buttercream con lo siguiente:


  • 225 gr de mantequilla blanda
  • 500 gr de azúcar glass
  • 2-3 cucharadas de leche (opcional)
  • 1 cucharada de esencia al gusto
  • Sprinkles para decorar (lacasitos, fideos, perlitas, etc...)
  • Batimos los ingredientes hasta que nos quede homogéneo y con una textura cremosa y muy apetecible.
    Pasado el tiempo reglamentario sacamos los cups del horno y dejamos enfriar en la rejilla. Para cubrirlos esta vez no utilicé la manga porque me daba palo, así de claro, así que usé un biberón que tengo al que se le pueden acoplar diferentes boquillas (algunas de Wilton también, no me matéis, por favor, que sólo soy una aficionada...). En fin, que lo que hice fue antes de nada y con la ayuda de un palillo de esos largos para pinchitos mojarlo en colorante y luego lo metí dentro del biberón e hice una raya en un lado (el bibi es redondo, lo sé, y no tiene lados, pero para que me entendáis, que la línea la hice sólo en una parte), y repetí el proceso con dos otres colores más, pero cada vez dibujando la raya en un sitio diferente, lástima no haber hecho foto de esto, pero es que estaba improvisando y no sabría cómo saldría la cosa, perdón...Ahora metemos la buttercream dentro del bibi con cuidado y le acoplamos la boquilla que nos guste. ¡Y a cubrir cups se ha dicho!
    Al principio no saldrá nada, bueno, el color vainilla de la butter, luego aparecerá un color, el que estuviera más cerca de la boca del biberón, no os asustéis, porque luego llega la explosión de color y es una emoción ver ese arcoiris tan mono que no entendéis de dónde ni cómo ha salido, pero ahí está, es cierto y todo sin usar la manga...
    Como colofón y si os apetece, podéis añadir unos sprinkles por encima, eso ya es a gusto personal.
    De sabor buenísimos, súper esponjosos y no se podrá negar que ¡son vistosos a tope y te suben la moral!


    Bon profit!

    miércoles, 30 de octubre de 2013

    CUPCAKES HALLOWEEN con sabor a princesa

    ¡Buenos días! Ains, sigo con el pc medio muerto, ¡y encima he perdido mi libreta con todas las recetas!, pero voy a intentar entrar esta sencilla receta de cupcakes con sabor a princesa. Os extrañará ver que son cupcakes de Halloween y os preguntaréis ¿con sabor a princesa? ¿Ésta de qué va? Bueno, son para Halloween, sí, pero yo quería probar mi chuchería nueva con sabor a princesa y aproveché la fiesta de Halloween como podría haber sido Navidad y decorarlas con papá noeles, qué me daba igual, vamos...
    Voy al lío, antes de que este trasto pete para siempre.
    Ingredientes:
    • 90-100 gr mantequilla a temperatura ambiente
    • 200 gr de azúcar
    • 2 huevos a temperatura ambiente
    • 150 gr de harina
    • 1 cucharadita y media de levadura
    • 30 ml de leche a temperatura ambiente
    • Esencia de princesa Lorann
    Ahora con la maquinita que tengamos ponemos la mantequilla y el azúcar y batimos hasta que quede espumoso y blanquito. Aparte, tamizamos harina, más levadura. Añadimos los huevos uno a uno a la masa anterior y luego la esencia de princesa y la harina en varias tandas. Vamos batiendo y por último añadimos la leche. Yo además, añadí tinte en pasta de la marca Sugarflair de color vino, para que me quedara de color fucsia, ya que todos los pastelitos eran para niñas.
    Rellenamos tres cuartas partes de las cápsulas y metemos en el horno previamente precalentado a 180 grados.
    Horneamos durante 20-22 min.
    ¿Habéis visto que rosa tan rosa chicle?
    Ahora preparamos un almíbar, porque estas cups no iban rellenas y si no quedan un poco secas. Ya sabéis, con agua, azúcar y el zumo de medio limón a fuego lento unos 15 min. Se deja enfriar y metemos en un biberón.
    Cuando estén los cups horneados los dejamos enfriar en la rejilla y luego les hacemos unos agujeritos con un palillo y les añadimos el almíbar. Quedan deliciosos, ¡pero no os los comáis aún! Saben un poco a Pantera Rosa, si lo rellenáramos con un poco de buttercream sería igual, uhhhmmmm...
    Ahora haremos las tapitas y la decoración con el fondant. Una parte la teñiremos de violeta y otra de naranja, para hacer las calabazas. Yo no tenía cortadores de forma de calabaza, ni siquiera redondos del tamaño adecuado, así que lo hice todo a mano, hasta el fondant, que lo hice con mi cuqui con nubes (ella también me ayudó con las calabazas usando un tapón de botella de agua). Vamos haciendo las formas, es bastante laborioso, pero podéis pedir a vuestr@s hij@s, vecinos o amigos, que os ayuden y se hará más amenos y divertido.
      Primero pondremos la tapa violeta, luego encima la calabaza pegada con un poco de agua y con fondant negro haremos los ojos y la boca. Para el rabito de la calabaza teñí fondant de color verde.
    Listo.
      Como véis, es una receta súper fácil que podéis hacer con los niños, ¡espero que os haya gustado!

    martes, 15 de octubre de 2013

    PASTEL DE CHUCHES CASTILLO DE PRINCESAS MÁS GRANDE

    Hoy va un pastelito de chuches. Otro de princesas, pero este todavía más grande que el anterior. El proceso es el mismo, aunque para ello necesitamos más porex, más papel y más chuches.
    • porexpan
    • papel brillante rosa o del color que nos guste.
    • palillos
    • celo, cinta adhesiva.
    • chuches, obviamente.
    Cortamos el porex, primero la base rectangular, luego los laterales dejando dos torres en los extremos y para la parte de detrás haremos tres torrecitas. Yo aparte hice unos escalones con el porex y los puse encima de la base. Luego lo forramos todo con el papel y lo sujetamos con el celo. Montamos las paredes encima de la base y las sujetamos con palillos. Ahora podemos empezar a rellenar con las chuches a nuestro gusto. Podemos poner chupa-chups y piruletas para que quede más mono y las princesitas de goma para dar más realismo. El proceso es entretenido pero divertido y vale la pena el resultado.

    Para las escaleras utilicé lenguas azucaradas.

                   Vista en picado del castillo.
    
    Siento no tener el paso a paso, pero el proceso es similar o igual al del otro pastel de chuches de las princesas.
    Esto es todo por hoy, ¡espero que os haya gustado!

    lunes, 7 de octubre de 2013

    PASTEL POU


    Buenos días, He tenido este blog muy abandonado, pero es que me ha petado el ordenador y tengo que escribir desde el móvil!! En fin, voy a explicar cómo hacer un pastel decorado con fondant con el muñequito este con forma de patata o de Barbapapa, la famosa mascota que mis hijos cuidan más que a las tortugas. Vamos, que les preocupa más que coma este bicho virtual que sus propias mascotas de verdad. Es una lástima, pero es así...
    La verdad es que no sabía cómo hacer este bichito y en internet no había muchas referencias, así que la única página que encontré fue la del Diario de una aprendiz a repostera, pastelescupcakes.blogspot.com, donde tiene un pastel de Pou malito chulísimo.
    Primero haremos un bizcocho, en este caso hice uno de chocolate con la receta de los cuatro cuartos o como se llame. Es decir, el peso de los huevos sin cáscara será nuestra medida para el resto de los ingredientes. Si pesan 300 gr tendremos que poner 300 gr de mantequilla blanda, 300 gr de azúcar y 300 gr de harina. Primero batiremos la mantequilla con el azúcar, luego añadiremos los huevos uno por uno y después añadiremos la harina tamizada con un sobre de levadura. Como lo hice de choco sustituí 100 gr de harina por 100 gr de cacao en polvo. También podéis añadir esencia al gusto. Luego forraremos un molde rectangular con papel de horno y metemos la masa a 180 grados durante unos 45 min.
    Sigo tres días después desde el pc averiado, es que desde el teléfono es una odisea agregar fotos...

    Una vez tengamos el bizcocho horneado le añadiremos un almíbar que habremos elaborado con agua, azúcar y zumo de limón. Llevaremos a fuego lento durante quince minutos y dejaremos enfriar. Yo lo meto en un biberón para después poderlo repartir mejor por el bizcocho. Una vez el bizcocho está frío podemos rellenarlo de lo que queráis. Yo en este caso no lo rellené, sólo lo cubrí con dulce de leche para poder pegar luego el fondant.
    Ahora trabajaremos esa masa tan chula llamada fondant. La teñiremos de verde; yo usé el azul y el amarillo y los mezclé porque no tengo verde. Amasamos encima de una superfície limpia y lisa espolvoreada con azúcar glasé y luego con el rodillo vamos dándole que te pego hasta formar un rectángulo lo suficientemente grande como para cubrir todo el bizcocho. Yo voy haciendo pruebas encima del molde que he usado (puesto del revés, claro), así sé si me cubrirá todo o no y me ahorro ensuciar el fondant con migas y dulce de leche inútilmente (y echarlo todo a perder).
    Una vez hemos cubierto el bizcocho, es cuestión de coger otro pedazo de fondant y teñirlo de verde oscuro (mi hijo lo quería todo verde, que le vamos a hacer) y cortar la forma con un cuchillo. Seguimos trabajando el fondant haciendo el resto de las piezas (ojos, caquita Pou, pelo...). Para la boca utilicé un rotulador de tinta comestible. Para pegarlo todo basta con humedecer con agua la parte de detrás de la pieza y listo.
     Seguimos poniendo guapo a nuestro Pou hasta que quedemos satisfech@s.
    ¡Listo!
     
     Es un pastel muy sencillo y muy vistoso ¡y a mi hijo le encantó!, que era lo que más me importaba, así que ya sabéis, fácil, lo peor es amasar el fondant, el resto no tiene más, os lo digo yo que sólo soy una aficionada.
    Si véis algún fallo por aquí  no es mi culpaaaaaa, ¡¡¡¡es del maldito ordenadorrrrrrrrrrrrr!!!
    ¡Hasta la próxima! 

    viernes, 26 de julio de 2013

    BIZCOCHO DE LIMÓN Y COCO súper refreshcante


    ¡Buenas! Ay Dios mío, ¡qué caló!
    Por eso mismo hoy no se me ocurre otra cosa que explicaros cómo hacer un bizcocho de limón que sabe a limón y a coco. No, no es la típica coca de yogur de limón, nada que ver. La receta original es de Donna Hay, pero para no variar, adaptada por mí, je, je.
    Vamos con los ingredientes, a saco:
    • 150 gr de mantequilla a temperatura ambiente
    • 180 gr de azúcar normal blanco
    • La ralladura de un limón
    • 3 huevos tamaño L
    • 100 gr de coco rallado
    • 225 gr de harina con levadura incorporada
    • 190 ml de leche
    • Esencia de limón (sí, contra más limón, mejor)
    Ahora, para hacer el almíbar, ay, se me hace la boca agua cuando pienso en él, ¡qué ricooooooo! y mirar que no tiene nada, pero todo junto y con un gintonic helado a mano, oooooooooohhhhhhhhhh, ¡qué maravilla!
    A ver, que me voy de madre:
    • 175 ml de agua
    • 200 gr de azúcar blanco de toda la vida
    • El zumo de un limón.
    Ya lo tenemos todo, pues vamos a batir la mantequilla a trozos un par de minutos, ahora añadimos el azúcar y la ralladura de limón y seguimos batiendo mínimo cinco minutos. Ahora agregamos los huevos uno por uno y la esencia de limón. Seguimos batiendo hasta que quede todo bien integrado y esponjoso. 

    Ahora le toca el turno a la harina tamizada, el coco rallado y la leche. Batimos again hasta que se integre todo. Precalentamos el horno a 180 grados y mientras forramos un molde redondo con papel de horno. Todo bien forradito, por abajo, por los lados. Para eso primero tendremos que engrasarlo bien, para que luego el papel se enganche a las paredes del molde. Vertemos la masa y horneamos unos 20 minutos a 180 grados.
    Sí, hay un papel enganchado...
    Mientras preparamos el almíbar llevando a fuego lento el agua, el azúcar y el zumo de limón durante almenos 12-15 minutos. Dejamos enfriar y lo metemos en un biberón.
    Retiramos el bizcocho del horno y dejamos enfriar. Veréis que fácil es desmoldarlo con el papel. Le damos la vuelta y retiramos el papelito del horno que tiene enganchado, paso súper importante, porque no creo que esté muy bueno de sabor...
    Ahora pinchamos la superfície con un tenedor o palillo, vamos haciendo agujeritos y luego añadimos el sirope por encima empapando bien todo el bizcocho, ¡ains! ¡qué bueno! Yo hice esto justo antes de comerlo, para que estuviera recién y más esponjoso, pero se puede hacer cuando queráis.
    Ahora, espolvoreamos coco rallado por encima y ¡listo para comer!

    Esta miga se deshace en la boca, síiiiiiíí
    Es súper fácil, que síííí, a ver si algún hombre se atreve a hacerlo, ¡me haría mucha ilu!
    Os aseguro que no sobrarán ni las migas.
    ¡Feliz verano!

    jueves, 18 de julio de 2013

    PASTEL DE CHUCHES NÚMERO 6 ¡SIN PALILLOS!

    ¡Buenas!
    Hoy voy a explicar cómo hacer un pastel de chuches con el número que queráis, en este caso hice un 6 por razones obvias (hice cuatro pasteles para la misma cumpleañera en una semana, dos de bizcocho y dos de chuches). Amor de madre, ¡ainsssss!
    Bueno, es tan fácil que no hace falta paso a paso ni nada, con las fotos es más que suficiente, pero os daré algunos datos.
    Vamos con los materiales:
    • Una plancha de porexpan
    • Papel brillante del color que nos guste
    • Papel de aluminio
    • Cinta adhesiva transparente
    • Stickers, pegatinas varias a vuestro gusto (o del homenajeado)
    • Cuchillo para cortar el porex
    • Chuches (gominolas), en este caso, fresitas, sandías, colas...
    • Cinta del color que os guste y que quede bien del grosor del porex (opcional)
    Bien, vamos a dibujar un 6 bien grande en nuestra plancha, un 6 o el número que queráis, claro. Lo cortamos con cuidado, escupimos las bolitas de la boca, jiji y lo forramos con papel de aluminio.
    Por otro lado, forramos una plancha rectangular o cuadrada que sea lo suficientemente grande como para que quepa nuestro número encima y aún sobre un poco con el papel brillante y lo sujetamos con el celo.
    Ahora con palillos sujetamos el número en su base.
    Nos queda algo así:

    Yo de paso ya fui pegando los stickers porque tenía faena y lo hice todo junto.
    Para el contorno del número usé un lazo rosa (cómo no...) y lo pegué con cola, más que nada por estética. Ahora vamos repartiendo las fresitas por todo el número hasta rellenarlo.
    A mí me gusta que quede todo uniforme y no se vean chuches de todas las madres habidas y por haber, queda más fino y a los niños les da igual si hay mucha o poca variedad. Añadimos las colas por encima para tapar huecos, las sandías dentro del hueco del 6 y ¡listo!
     
    Si no lo vais a comer el mismo día mejor taparlo porque el aire no le va bien. Yo lo envolví en celofán. No le puse palillos porque no lo iba a transportar, así que no hizo falta y ¡es mucho mejor así!
    ¡No me digáis que no es súper fácil!
    Ir entrenando porque la próxima receta no será tan facilona...
    ¡Saludos!

    miércoles, 10 de julio de 2013

    PASTEL DE CHOCOLATE PERFECTO PASO A PASO

    Buenos días,
    Hoy voy a explicaros el pastel que hice para mi cuqui; la receta del bizcocho es de mi amiga Sonia, la que tiene la tienda DOLÇ ANIMAT en Sant Adrià del Besós. Le dije que necesitaba algo infalible y la verdad que no falló, y tanto la textura como el sabor eran perfectos.
    La decoración la puse de mi propia cosecha, y aunque en un principio el bizcocho iba a ir cubierto con fondant, al final me decanté por la buttercream porque tenía que hacer otro pastel en menos de una semana y lo dejaba para esa ocasión.
    Así que vamos con los ingredientes para el bizcocho para unas 25-30 personas (si son menos hacéis las proporciones pertinentes):
    • 6 huevos
    • Mantequilla a temperatura ambiente
    • Azúcar
    • Harina para bizcochos
    • 1 sobre de levadura
    • chocolate en polvo sin azúcar
    • 1 pizca de sal
    ¿Dónde están las medidas? Ja, ja, pues ahora veréis. Hay que pesar los huevos sin cáscara (Dios mío, ¡yo no tengo báscula!, pues ya vamos mal, maaaaaaaaaaaal). La verdad es que un huevo pesa más o menos 60 gr tamaño L, así que por esta vez, lo hice a ojo, pero no lo hagáis si podéis evitarlo, porque no sale igual, nooooooooooooooo. Lo comprobé la semana siguiente cuando usé la báscula de mi suegra (esa que tienen vuestras abuelas y que hay que darle con el puño de vez en cuando para que la aguja se esté quieta en el sitio que toca) y ya la masa me quedó diferente, menos espesa. Bueno, pues la medida de los huevos será nuestra medida de referencia. O sea, si nuestros huevos pesan 360 gr necesitaremos 360 gr de mantequilla, 360 gr de azúcar, 360 gr de harina. Pero en este caso como lo vamos  a hacer de choco sustituiremos de los 360 gr de harina 100 gr que serán de choco. O sea, recapitulemos: 360 gr de mantequilla, 360 gr de azúcar, 260 gr de harina y 100 gr de choco. Valeeeeeee, lo hemos conseguido, ¡yupeeeeeee!
    En un bol batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee.

     ¿Habéis visto que me he comprado? Más que nada porque mis brazos ya están bastante musculados, ¡lo necesitaba! No es una Kitchen Aid, pero para mí como si lo fuera, es como ir al río a por agua o abrir el grifo. ¡No hay color!
    ¡Nena, que la mantequilla no estaba suficientemente blanda!
    Agregamos los huevos uno a uno sin dejar de batir. Por otro lado, tamizamos la harina, la levadura, el cacao y una pizca de sal. Añadimos a la mezcla anterior y batimos.
    
    
                                                        ¿Véis? Está un poco pastoso, ¡eso me pasa por no pesar los huevos!
    Si os pasa como a mí, añadir unas gotas de leche para que quede más líquido, pero sin pasarnos.
    Ahora engrasamos un molde con mantequilla y forramos con papel de horno; este truquillo también me lo ha explicado mi amiga Sonia, se trata de forrarlo todo para que el bizcocho no toque las paredes metálicas del molde, de esta manera subirá más, y no nos quedarán bordes duros como piedras, sino que estará todo esponjoso. Como es un lío explicaros cómo hacerlo, os pongo una foto y ya os apañáis, je, je. Sólo os digo que tenéis que darle la vuelta al molde para coger la medida del círculo y recortarlo. Luego es cuestión de recortar papel y envolver alrededor. Al final os lo he explicado, ¿véis?
    Añadimos la masa al molde y metemos en el horno a 170 grados 45-50 minutos. Ir vigilando y al final hacer la prueba palillera por si acaso.
    
    

    Me recuerda a los perricos esos que tienen que llevar esa cosa que parece un embudo o una pantalla de una lámpara en el cuello para que no se rasquen. De hecho a un gato que tuve de pequeña se lo tuve que poner porque tenía sarna, pobret!
    Mientras preparamos la ganaché de chocolate que hacemos poniendo al fuego 200 gr de nata para montar y cuando retiramos le añadimos 200 gr de chocolate para fundir a trocitos. Remenamos (perdonar el catalanismo pero a estas alturas no creo que os importe).
     Ya tenemos la ganaché y la dejamos enfriar.
    Cuando esté el bizcocho lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar también.. Mientras, preparamos un almíbar con 150 ml de agua y 150 de azúcar y el zumo de medio limón. Llevamos a fuego lento durante unos 12-15 minutos. Dejamos enfriar.
    Una vez el bizco está frío del todo, le damos la vuelta (lo da abajo será lo de arriba), lo abrimos por la mitad, o sea, hacemos dos capas con cuidado, porque pesa y yo no tengo lira y voy a saco con mi cuchillo jamonero. Yo meto el almíbar en un biberón, porque con la cuchara no acabo nunca y no controlo donde echo, y con el pincel de goma menos porque vas arrastrando migas. Total, que os compréis un biberón si podéis, lo venden hasta en los chinos. Váis poniendo almíbar en la capa que será la de dentro y luego pincháis con un tenedor o palillos la de arriba y lo mismo, almíbar in everywhere.
    Ahora vamos a rellenar. Con los sudores que tenía, y después de todo, lo único que se me ocurrió fue rellenar con mermelada de fresa que queda muy bien con el choco.
    Aquí una mitad.
    Vale, ahora hemos puesto el bote entero dentro de la capa y vamos a cerrarlo con cuidadoooooo, ¡vaya!, pues se me ha roto...Normal, con tanto almíbar, uno se deshace por dentro...
    Ahora con la ganaché cubrimos toda la parte exterior del bizcocho (y de paso tapamos como podemos la grieta, en este caso, la mía, claro). Lo hacemos con una espátula, o como podamos, lo importante es no arrastrar migas, o sea, que el utensilio toque sólo la ganaché y no el bizcocho.
    Y ahora dejamos que la capa de choco haga costra, porque vamos a decorar con buttercream rosaaaaaa.
    Para la butter necesitamos, obviamente, mantequilla, la medida es orientativa porque yo lo hice para decorar, no para cubrir. 225 gr de mantequilla, 500 gr de azúcar glass y una cucharada de esencia de vainilla, pero si no tenéis esencia no pasa nada. Unas gotas de leche si aquello queda muy duro y listo.
    Batimos todo hasta que nos quede cremoso y añadimos el colorante en gel o en pasta. Ahora rellenamos una manga pastelera desechable y ponemos la boquilla 1M de Wilton y pinzamos para que no se nos salga.
    Pensamos que vamos a hacer (sí, eso que yo no hago normalmente) y al ataqueeee, dibujamos rositas o lo que queráis. Luego con glaseado preparado de Wilton puse el nombre de la peque y listo.  
    Éste fue el resultado después de mil sudores.
     Como es verano, lo dejé en la nevera y además, lo hice unas horas antes de la fiesta, pero si lleva fondant (este bizcocho es perfecto para cubrir con fondant) no lo metáis en la nevera, aguanta muy bien fuera de ella.
    Está claro que en cuestiones decorativas va a gustos y a maña, yo con la manga no me llevo muy bien, así que me apañé como pude, lo importante es que estaba buenísimo. 
    Esto ha sido una macro entrada en toda regla, si es que al final me enrollo...
    ¡Hasta la próxima!

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