Voy a explicar cómo hacer unas magdalenas sencillísimas decoradas con fondant o pasta de azúcar. Para las magdalenas utilicé la receta típica de la coca de yogur, la que se hace con 3 huevos, azúcar, un yogur, harina, levadura, ralladura de la piel de un limón y aceite de girasol. Pero cada uno lo puede hacer de lo que quiera, de chocolate, de naranja, como más os apetezca. Lo complicado fue hacer las caritas de estos bichitos, porque no tenía los cortadores adecuados y me costó bastante conseguir hacer unas gafas en condiciones. Yo usé los tapones de las esencias de sabores y hasta el tapón de un mini frasco de aceite Carbonell. Otra opción más sencilla en lugar de mataros a hacer gafitas es poner directamente el círculo entero y luego cortar otro blanco más pequeñito y pegarlo encima (de esto me di cuenta cuando ya había terminado los 18 minions, grrrrrr). Así que la idea básicamente es ir tiñendo el fondant e ir haciendo circulitos de diferentes tamaños, a mi me ayudó mucho mi cuqui, los niños pueden ayudaros y les hará gracia.
Una vez tengáis los ojitos, con sus trescientas pupilas e iris, jiji, ya es cuestión de coger un rotulador de tinta comestible y pintar las boquitas y el pelo con más o menos gracia.
Para pegar las caritas a las magdalenas puse dulce de leche en el copete y listo.
Este ha sido el resultado, jeje, entretenido pero chulo.
¡Hasta la próxima!
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