¡Buenos días!
Estoy muy ilusionada estos días, con varios proyectos en mente; he aparcado un poco el tema reposteril, ¡¡pero es que las manualidades me aportan taaaaaaaaaaanto!! ¡Y ensucian mucho menos!
Este finde estuve en la feria de manualidades Creativa y vi cosas muy lindas que me sirvieron para inspirarme en mis próximas creaciones. La verdad es que la feria estuvo muy animada con stands creativos a tope. Este año, como "estrella invitada" tuvimos al Chalk Paint en spray, una maravilla que en la feria costaba 7 euros. Qué colores tan chulos, por Diosss.
Bueno, que me salgo de madre, vamos al post de hoy.
Estos días he estado trabajando en esta fachada/puerta de la casita del Ratoncito Pérez. Aunque a mi hija ya se le han caído unos cuantos dientes, a mi (y a ella) nos hace mucha ilusión tener esta cosa tan cuca decorando su dormitorio, es como si estuvieras metida en unos dibujos animados, en un cuento, es infancia y fantasía, todo junto. La cuestión es que vi una cosa parecida en Pinterest y me enamoré al instante. Pero yo quise hacerlo a mi estilo, personalizándolo a mi manera, así que vamos con los materiales para hacer este trabajo tan lindo.
Para ello necesitamos:
- Tabla de madera (yo usé MDF) y un listón.
- Caladora o segueta.
- Sierras para la segueta, obviamente.
- Lijadora o lijas.
- Pintura (yo usé Chalk paint).
- Bisagra pequeña y tornillos.
- Lo que se os ocurra para decorar vuestra puerta.
Luego ponemos la bisagra en la puerta y atornillamos. Yo me compliqué un poquito más la existencia y para que el marco de la puerta encajara con el zócalo, hice un corte transversal según las medidas de mi zócalo, así una vez colocado se apoyara en él, pero esto es opcional.
Para el texto de la puerta, hice transferencia de imágenes (texto), aquí tenéis las instrucciones para hacerlo y seguro no fallaréis. Luego es cuestión de decorar como queráis, podéis lijar y poner betún de judea para darle un toque vintage, añadir brillantes, una guirnalda, lo que queráis. Para el pomo de la puerta yo usé una tuerca de esas que sirven para colgar cuadros (todavía no estoy muy familiarizada con el vocabulario de bricolaje, tiempo al tiempo...), pero podéis poner un pompón, un cascabel, lo que se os ocurra.
Bueno, pues este ha sido el resultado. ¡Me olvidaba! Detrás del marco de la puerta puse un trozo de fieltro negro para que se viera todo oscuro cuando abrieras la puerta...imaginación al poder...
Ahora, la próxima vez que a mi niña se le caiga un diente, ya sabemos dónde esconderemos el diente y por donde aparecerán los regalitos....ssssssshhhhhhhh.
Que chula, a mi hija también la construi una y menuda ilusión. Un abrazo
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