domingo, 19 de mayo de 2013

CUPCAKES DE FRESA Y CHOCOLATE


¡Hola! ¿Cómo va el domingo?
Mañana fiesta para algunos, ¿no?
La semana pasada me pasé por la tienda de CUPCAKES A DIARIO http://www.cupcakesadiario.com/ que está en mi pueblo y compré algunas cosillas que me hacían falta como boquillas, cortapastas y mangas pasteleras.

¡Bien! me dije, ya puedo ponerme manos a la obra y empezar a hornear cupcakes, mis favoritos. No es que no me gusten los pasteles, pero prefiero los cups porque son más pequeñitos, más manejables y muy monos.
Antes de nada, quiero deciros que yo soy una principiante y que todo lo que os explico son recetas facilitas y que si yo puedo vosotras podéis, yes, we can!
Para hacerlos elegí una receta de Hanna Miles de su libro 365 recetas para pasteles y galletas, pero la adapté a mi gusto (para variar), porque la original se llama pastelitos de gominolas y yo de gominolas no puse ni una, porque para eso ya hago los pasteles de chuches y quería cambiar de registro.
Vamos con los ingredientes para los cupcakes:
  • 225 gr mantequilla reblandecida sin sal
  • 225gr azúcar blanco
  • 4 huevos grandes batidos
  • 225 gr harina
  • 1 cucharada y media de levadura Royal
  • 3 cucharadas de confitura de fresa
  • 1 cucharada de extracto de vainilla 
Precalentamos el horno a 180 grados durante diez minutos. Digo esto porque a veces precalentamos el horno y nos ponemos  a buscar los ingredientes, luego nos falta alguno, bajamos a la tienda de la esquina, el horno se va recalentando, subimos y nos cruzamos con la vecina, el horno echa humo y luego el bizcocho se quema y no sabemos por qué...En fin, que con diez minutos ya está bien y es mejor programarnos y organizarnos para que no ocurra ningún imprevisto.
Preparamos los moldes y metemos las cápsulas dentro (a mí me salieron 19 unidades).
Cuando lo tengamos TODO preparado cogemos un cuenco y batimos la mantequilla con el azúcar, es súper importante que la mantequilla esté tipo pomada porque sino quedan grumos y la cosa no saldrá bien, prohibido el micro, ya sabéis que hay que dejarla a temperatura ambiente un rato antes. Añadimos los huevos uno a uno y seguimos batiendo (con la batidora eléctrica o con la batidora de varillas y vuestro brazo en acción, ya sabéis). Agregamos la harina tamizada con la levadura, el extracto de vainilla y la confitura (bueno, yo puse mermelada pura y dura, ya me vale) y mezclamos bien hasta que quede una masa homogénea.
Vale, esta es la receta de Hanna, pero en la mía no había mantequilla porque para la cobertura iba a hacer una buttercream y ya era demasiado, así que la sustituí por 200 ml de aceite de oliva y quedó perfecto.
Rellenamos las cápsulas con la mezcla (yo utilizo la cuchara de los helados, una cucharada para cada cápsula, para no rellenar demasiado) sin que ésta sobrepase la mitad o máximo tres cuartos de la cápsula porque si no nos subirá demasiado la masa y no nos interesa.
En algunas me pasé un poco, ¡ups!

Metemos en el horno a 175-180 grados y esperamos 15-20 minutos.

 En la receta original se explicaba que para la cobertura mezcláramos azúcar glass con 3 ó 4 cucharadas de agua y lo extendiéramos por encima de los pastelitos y luego decoráramos con gominolas. Pues yo no lo hice.
Mientras se hornean los cups, podemos preparar nuestra buttercream.
Para ello necesitamos (medidas orientativas):
  • 225 gr de mantequilla blanda
  • 500 gr de azúcar glass
  • 2-3 cucharadas de leche (opcional)
  • 1 cucharada de esencia de vainilla
  • Sprinkles para decorar (lacasitos, fideos, perlitas, etc...)
Batimos la mantequilla con el azúcar glass tamizado y si queda muy seco añadimos la leche, si no, no hace falta. Añadimos la esencia y seguimos batiendo hasta obtener una mezcla cremosa.
Como a mí me gusta mucho el chocolate y me salió mucha buttercream, agregué dos cucharadas de cacao en polvo a una parte de la mezcla para hacer cups de dos colores. Lo mismo hice con la masa de los bizcochitos, que algunos los hice de choco añadiendo cacao a la mezcla. Pero no quiero liaros, aunque de todas formas eso sale buenísimo y es fácil de hacer.
 Rica masa chocolateada lista para hornear
Una vez horneados nuestros cupcakes, los dejamos enfriar en la rejilla y mientras cogemos una manga pastelera, metemos la boquilla 1M de Wilton y cortamos justo para que nos salga la punta y un poco más, en la foto lo veréis mejor. Yo para que no se me escapara la mezcla remetí un poquito de plástico de la manga dentro de la boquilla (ver foto, plis, porque es difícil de explicar), cogí un vaso de sidra (sin sidra, claro está) y metí la manga dentro sacando los bordes hacia fuera, o sea, plegados hacia la parte de fuera del vaso (uf, estoy sudando), menos mal que he hecho fotos... Con una espátula, vamos metiendo la buttercream dentro de la manga y retorcemos la parte de arriba (la que está vacía, se entiende) y la agarramos con la mano y presionamos suavemente pero sin dejar de apretar.
 Los de la derecha han subido demasiado, no problem aquí se come todo...
 
 Cubrimos los cups, esta vez desde el centro hacia fuera en el sentido de las agujas del reloj (vale, yo lo hago al revés, no sé por qué, quizás tiene algo que ver el hecho de ser ambidiestra, no lo sé) formando una especie de espiral. Que sí, ¡¡¡que queda muy chulo!!! Cuando se termine la butter, volvéis a rellenar, y cuando se me estaba acabando la de color amarillo se me ocurrió la "genial" idea de meter la butter chocolateada dentro de la misma manga con los restos de la amarilla. A veces hay que hacer experimentos, si sale mal pues no lo volveremos a hacer, pero tampoco era tan arriesgado, como mucho quedaría un color raro...La cuestión es que no, que el efecto fue chuli, y fui cubriendo los cups hasta que de la manga salía la butter de choco y al final quedaron bastante bien y eso que la manga pastelera y yo no nos llevamos demasiado bien. Hay gente que antes de cubrir da una capa de buttercream con un cuchillo de punta redonda al cup para que quede más bonito, pero yo no lo hice, quizás la próxima vez. ¿Estarán buenos? me preguntaba, bueno, voy a probarlos a ver qué tal, porque después de tanto modificar la receta de la "pobre" Hanna ya no sabía cómo saldría...Pues no, no estaban buenos, ¡estaban alucinantes! Tiernos, jugosos, ricos, la butter bastante decente (¡gracias, bíceps!), en fin, que estoy muy happy y ahora he rebautizado la receta como Cupcakes de fresa y chocolate por hacer un mix de todos los cambios que hice. Ah, pues no, no tenían sabor a fresa...
Si os ha gustado la receta probarla, intentarlo, hacerlo, experimentar, ¡vale la pena!
 Fotico del mordisco, ¡ñam!
Bueno, esto ha sido todo por hoy, prometo seguir investigando para mejorar día a día, aunque equivocarse ¡también tiene su gracia!

 ¡Hasta la próxima!

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